Comunicado
del GADI Catalunya
Introducción
Desde
el Grupo de Acción de Democracia Inclusiva (GADI) de Catalunya
siempre hemos entendido la política como una dimensión fundamental
de la existencia humana. Esta dimensión hace referencia a la
actividad deliberativa y decisiva de la ciudadanía sobre los asuntos
de la esfera pública. La política, así pues, es una cuestión que
nos incumbe y afecta a todos y todas: la forma como nos organizamos y
el rumbo que tomamos como sociedad. La actividad política del GADI
Catalunya, en sus dos años y medio de existencia, ha consistido en
la promoción del proyecto de la Democracia Inclusiva a través de la
creación de procesos de reflexión, estudio, deliberación y debate.
Nuestro objetivo último ha sido catalizar un movimiento emancipador
de transición hacia una nueva sociedad basada en la democracia
directa, la democracia económica, la democracia social y la
democracia ecológica. Pensamos que es absolutamente necesario y
deseable seguir desarrollando esta labor. No obstante, después de
una serie de intercambios con la Red Internacional de Democracia
Inclusiva y después de unos meses de reflexión y deliberación,
encontramos conveniente cesar nuestra intervención política como
grupo durante un cierto tiempo, dejando de promover la creación de
un nuevo movimiento liberador en base al proyecto de la Democracia
Inclusiva. En este comunicado explicamos los motivos que nos llevan a
esta decisión, así como la forma que adoptará nuestra actividad
durante el próximo año.
Dos
concepciones incompatibles e inconciliables
La
decisión que anunciamos a través de este comunicado se debe a que
en los últimos meses nos hemos dado cuenta de que la concepción del
proyecto de la Democracia Inclusiva en la que creemos, aquella que
desde el GADI Catalunya siempre hemos sostenido y promovido, difiere
substancialmente, por lo que respecta a algunas cuestiones
fundamentales, de la concepción que preconiza la Red Internacional
de Democracia Inclusiva (1), hasta el punto que resultan concepciones
incompatibles e inconciliables.
Desde
que nos constituimos como GADI Catalunya hemos entendido la
Democracia Inclusiva como un proyecto político definido a través de
unas directrices generales
que marcan su carácter emancipador, transicional y antisistémico.
Consideramos que estas directrices se encuentran expresadas en las
diez tesis del documento “Nuestros Objetivos” (2), las que
consideramos que son los fundamentos
que necesariamente todo grupo y activista de Democracia Inclusiva del
mundo debería sostener, promover y aplicar. En otras palabras, para
nosotros, este documento es el mínimo común denominador compartido
per todo activista y grupo de Democracia Inclusiva, eso que define
las bases del proyecto político y el movimiento emancipador que
promovemos. Para nosotros, el hecho de que sean directrices generales
no es obstáculo para que delimiten unas ideas fundamentales en base
a las que crear un nuevo movimiento político claramente definido y
completamente distinguido de otros planteamientos.
Estas
directrices generales se encuentran ampliadas y justificadas en el
libro “Hacia una Democracia Inclusiva” (Takis Fotopoulos, 1997),
así como en muchas otras publicaciones. Siempre hemos entendido que,
si bien es de esperar que generalmente los grupos y activistas de
Democracia Inclusiva tengan visiones idénticas o muy similares sobre
distintas cuestiones específicas y que compartan muchos de los
análisis expuestos en los artículos de Takis Fotopoulos y de otros
compañeros/as, más allá de las directrices generales
necesariamente compartidas, pueden aparecer diferencias analíticas,
teóricas o estratégicas entre distintos Grupos o Organizaciones de
Democracia Inclusiva del mundo o entre miembros de un mismo Grupo o
Organización. Consideramos que estas posibles diferencias de opinión
sobre asuntos concretos no suponen ningún problema. En pocas
palabras, en
nuestra concepción no es necesario que todos los grupos y activistas
de Democracia Inclusiva promuevan exactamente la misma visión sobre
cada asunto concreto.
En
cambio, para los miembros de la actual Red Internacional, todo lo que
se publica en la Revista Internacional de Democracia Inclusiva (3)
pasa a ser definitorio del proyecto de la Democracia Inclusiva y, por
lo tanto, pasa a ser la interpretación o estrategia que todo
activista de Democracia Inclusiva tiene que sostener. En
sus propias palabras: “Cuando
uno se adhiere a la Red Internacional, él/ella explícita o
implícitamente está de acuerdo con el libro “Hacia una Democracia
Inclusiva” y las subsiguientes publicaciones publicadas en la
Revista Internacional por parte de los miembros del Comité Editorial
y otros miembros de la Red Internacional, efectivamente expresan una
versión autoritativa del proyecto de la Democracia Inclusiva, ya que
la Revista Internacional es EL órgano teórico del proyecto de la
Democracia Inclusiva”
(4). Además, tal y como nos han hecho saber en varias ocasiones,
según su concepción, si se da el caso que un grupo o activista de
Democracia Inclusiva preconiza una visión alternativa o contraria a
la publicada en la Revista Internacional sobre algún asunto
concreto, este grupo o activista podría ser expulsado de la Red, ya
que podría estar “desvirtuando” y “distorsionando” el
proyecto de la Democracia Inclusiva.
Desde
el GADI Catalunya nos parece que la concepción que preconizan los
distintos componentes de la Red Internacional es claramente
antidemocrática y completamente inconveniente. En primer lugar, es
antidemocrática
porque conculca la libertad de expresión de los activistas del
movimiento: una vez está establecida la visión “correcta” sobre
un asunto, la Red Internacional no permite que un activista o grupo
sostenga públicamente una visión contraria o alternativa. En
segundo lugar,
los contenidos que se publican en la Revista Internacional no son
decididos democráticamente (5) y, por lo tanto, la definición del
proyecto que se produce por esta vía tampoco lo es. Los
contenidos de la revista internacional son decididos exclusivamente
por un comité editorial que no ha sido designado ni es supervisado
por el conjunto de miembros de miembros de la Red Internacional. Aún
así, aunque se estableciera un procedimiento y estructura
democráticos para decidir los contenidos de la Revista
Internacional, consideramos que la concepción mencionada continuaría
siendo inconveniente
porque obstaculiza seriamente y, muy probablemente, imposibilita
completamente, la creación de un movimiento mundial masivo hacia una
Democracia Inclusiva. La
creación de un movimiento así sólo se puede llevar a cabo
partiendo de unas bases fundamentales y directrices generales,
entendiendo que todo eso que vaya más allá de éstas está siempre
abierto a la deliberación y debate entre los activistas del
movimiento y que se puede dar el caso en que varios grupos y
activistas del movimiento sostengan opiniones distintas sobre
cuestiones concretas, sin que esto suponga un problema para la unidad
del movimiento. Pensamos que de este modo sí que podemos crear un
movimiento realmente masivo, integrador, vivo y abierto. La
concepción opuesta, la que sostienen los miembros de la Red
Internacional, nos parece que resulta nocivamente restrictiva,
indeseablemente excluyente y sumamente apaciguadora del pensamiento
colectivo así como de la experimentación transformadora. Pretender
establecer una única visión “correcta” sobre cada asunto
específico y pretender que los activistas del movimiento no puedan
cuestionarla públicamente ni promover una alternativa no sólo
significa anular el derecho básico de libre expresión sino también
cortar las alas al potencial surgimiento de un movimiento masivo de
Democracia Inclusiva, relegando eternamente este proyecto político
al ámbito meramente teórico.
Para
nosotros, la obra de Takis Fotopoulos, por un lado, y el movimiento
de la Democracia Inclusiva, por el otro, deberían ser dos cosas
estrechamente relacionadas pero claramente diferenciadas. Entendemos,
entonces, que haría falta trazar una clara
distinción
entre el proyecto de la Democracia Inclusiva (como hemos dicho,
definido en el documento “Nuestros Objetivos”) y las opiniones,
propuestas y justificaciones relacionadas con este proyecto y
movimiento político, sean expuestas por Takis Fotopoulos o por
cualquier otra persona. En este sentido, pensamos que la Revista
Internacional debería ser un órgano de difusión de ideas y
opiniones de todo el mundo relacionadas con la Democracia Inclusiva,
pero
en ningún caso los artículos que se publican tendrían que revestir
un carácter vinculante para los grupos de Democracia Inclusiva ni
pasar a ser definitorios de este proyecto/movimiento.
En
acorde a lo que hemos expresado, desde el GADI Catalunya pensamos que
la función de la Red Internacional debería consistir en establecer
formas de cooperación internacional para la promoción y difusión
de la Democracia Inclusiva en el ámbito planetario, catalizando y
facilitando la creación y coordinación del movimiento en todo el
mundo. Como hemos dicho antes, no pensamos que la función de la Red
Internacional
sea decidir y/o controlar la estrategia y el discurso de los grupos y
organizaciones de distintas regiones, tal y como pretenden los
componentes de la Red Internacional. Naturalmente, si se encontrase
conveniente, la Red Internacional podría emitir recomendaciones así
como, si fuera necesario, denunciar y/o expulsar grupos que realmente
contravinieran de forma flagarante
las directrices generales definidas en el documento “Nuestros
Objetivos”. Pero, según nuestra concepción, en ningún caso la
Red Internacional debería emitir resoluciones obligatorias para los
grupos sobre asuntos discursivos y estratégicos concretos.
Finalmente,
no podemos dejar de mencionar que lamentablemente nos hemos econtrado
con actitudes sumamente negativas y antidemocráticas en el seno de
la Red Internacional. Consideramos que estas actitudes son
antagónicas a los valores que promovemos.
En
resumen, entre el GADI Catalunya y los miembros de la Red
Internacional existen desacuerdos cruciales y fundamentales en la
concepción del proyecto de la Democracia Inclusiva así como en la
concepción del funcionamiento, funciones, actitudes y estructura que
debería adoptar una Red Internacional de Democracia Inclusiva. Estos
desacuerdos nos llevan a dejar de adherirnos al proyecto de la
Democracia Inclusiva y parar temporalmente nuestra acción política,
entrando en un período de reflexión y replanteamiento.
Dejamos de adherirnos a la Democracia Inclusiva
Ante
la situación que hemos descrito en el apartado anterior, podríamos
seguir promoviendo la Democracia Inclusiva según nuestra concepción,
distinguiéndolos de la preconizada por la Red Internacional, aunque,
al hacerlo, esta nos condenaría públicamente por “desvirtuar” y
“distorsionar” el proyecto de la Democracia Inclusiva, como ya
nos han anunciado sus miembros. Puesto que seguimos creyendo que las
ideas fundamentales del proyecto de la Democracia Inclusiva
-concebido del modo que hemos defendido en el apartado anterior- son
extremadamente válidas y importantes para construir un nuevo
movimiento liberador, esta sería una opción plausible. Aún así,
ya que esta opción implicaría iniciar una disputa pública
prolongada e irresoluble, pensamos que probablemente podemos
encontrar una solución mejor. Una disputa así generaría confusión,
perplejidad y desafección entre las personas interesadas en nuestros
planteamientos y socavaría substancialmente nuestro potencial
transformador. Arrastraríamos constantemente el lastre del conflicto
y la división. Siempre tendríamos que explicar que la Red
Internacional sostiene una concepción de la Democracia Inclusiva que
nos parece equivocada, incoherente y contraproducente y que sus
miembros tienen una actitud que encontramos muy negativa. En pocas
palabras, seguir promoviendo nuestros planteamientos bajo el nombre
de Democracia Inclusiva sería esforzarnos para crear un movimiento
emancipador partiendo de las malas bases que suponen estos
desacuerdos fundamentales con el fundador del proyecto y con los
actuales miembros de la Red Internacional, con la consiguiente
división en dos facciones enemistadas pero designadas por un mismo
nombre. Por esto, encontramos preferible cesar temporalmente nuestra
acción política y entrar en un período de reflexión, formación y
replanteamiento del que, de bien seguro, obtendremos frutos muy
positivos. En correspondencia con este cambio substancial en la
idiosincrasia y la actividad de nuestro grupo, cambiamos también
nuestro nombre, pasando a ser un Grupo de Reflexión por la Autonomía
(GRA).
Un
año para la reflexión, la formación y el replanteamiento
En
estos tiempos de decadencia sistémica en que vivimos, a la vez que
la credibilidad del viejo sistema de dominación cae en picado, cada
vez más personas despertamos políticamente y empezamos a esbozar un
nuevo edificio social realmente democrático y ecológico. En estos
momentos, la acción política lúcida y decidida resulta crucial.
Aún así, para llevar a cabo una acción política así, para
acometer correctamente la difícil reconstrucción democrática de la
sociedad, necesitamos urgentemente, antes que nada, afinar nuestras
ideas, fortalecer nuestras capacidades, mejorar nuestra organización
y desarrollar unas bases ideológicas y estratégicas realmente
radicales, emancipadoras, aglutinadoras y multidimensionales. A todo
esto nos dedicaremos en el Grupo de Reflexión por la Autonomía
durante el próximo año. En otras palabras, nos tomamos una pausa en
nuestra acción política no sólo por la necesidad de distinguirnos
de la concepción de la Democracia Inclusiva que preconiza la Red
Internacional, sino que aprovecharemos esta necesidad como una
oportunidad para mejorarnos, consolidarnos, desarrollarnos y
fortalecernos. En otoño de 2013 retomaremos la acción política,
presumiblemente, con energías redobladas e ideas renovadas. Para estar informados al respecto podéis suscribiros a nuestro boletin.
GADI
Catalunya / GRA
Noviembre
de 2012
NOTAS
1-
El GADI Catalunya, los miembros del cual formaban una parte
importante de la Red Internacional por la Democracia Inclusiva,
anunció su salida de la misma en enero de 2012. De ahora en
adelante, para referirnos a esta red utilizaremos la expresión “Red
Internacional”.
2-
Este
documento se puede encontrar en catalán y castellano en el apartado
“Proyecto” de la sección “Documentos” de la página
www.democraciainclusiva.org.
3-
La International Journal of Inclusive Democracy se publica
aproximadamente cada cuatro meses en forma digital a través de la
web
www.inclusivedemocracy.org/journal.
De
ahora en adelante, para referirnos a esta revista utilizaremos la
expresión
“Revista Internacional”.
4-
Fragmento extraído de su última misiva al GADI Catalunya, con fecha
de 1 de agosto de 2012.
5-
Los contenidos de la Revista Internacional son establecidos por un
Comité Editorial que no ha sido designado ni es supervisado por el
conjunto de miembros de la Red Internacional.
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